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Reflexiones sobre la foto de Alan, el niño sirio ahogado en las playas de Turquía IV

Por: Alejandra Beltrán

La imagen del niño sirio, por sí sola, no implica una representación de la problemática de la inmigración por causas de extrema pobreza y/o conflictos bélicos. Lo que allí se ve puede generar un centenar de hipótesis. Esa imagen puede pertenecer a muchas historias. Necesariamente requiere de un anclaje discursivo que la contextualice.Una vez anclada a un mensaje, tal como la recibimos en primera instancia, continúa siendo desposeída de un vínculo hacia el hecho que se la quiere vincular. En todo caso, alude de manera fragmentaria y superficial al problema que subyace a la inmigración de la población de Medio Oriente hacia tierras europeas. Su observación no necesariamente invita a bucear hacia las causas y responsabilidades políticas en torno al hecho;a través de ella no se habla de los intereses político- económicos de Estados Unidos en la zona,ni de la responsabilidad de la OTAN sobre los conflictos y la crisis humanitaria. A través de ella solo se cuenta una historia entre tantas, el drama de la familia del niño, un caso particular en una problemática de millones de personas.
De esa forma los medios de comunicación masivos, incluidas las redes sociales, abordan la problemática a través de la imagen, apelando a la sensibilidad del espectador que la recibe como un hecho doloroso, pero a la vez lejano y desvinculado de otras problemáticas más cercanas, de similares causas político- económicas, igual de cruentas e intolerables.Su difusión provoca conmoción en los espectadores y su repetición roza el morbo, pero no genera un ejercicio que implique una transformación de un estado de cosas, un posicionamiento político, una interrelación de vínculos histórico- políticos. Quizá haya trabajos desde la imagen que evoquen, sin presentar necesariamente la muerte (o sí), la problemática en un sentido más profundo y abarcativo, pero son invisibilizados, quizá porque el rédito no es significativo, un niño muerto, impacta, y también vende.
Esta imagen también da cuenta de la importancia que tienen las imágenes en el mundo contemporáneo. La fotografía, al parecer continúa siendo portadora de la verdad que le ha sido históricamente atribuida. La fotografía en ciertos casos continúa siendo objeto de fe, nadie se cuestionó si realmente lo que allí está representado es lo que se dice que está representado.
(Un fotógrafo cordobés, residente en Barcelona que trabaja para la ONG Oxfam cubriendo diversas problemáticas: http://pablotosco.eu/category/syria/behind-the-front-lines/)

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